La montaña interna y el océano del corazón

La montaña interna y el océano del corazón

Escalar nuestra propia psique y bucear nuestro interior son la labor más importante de la vida. El deseo de tener experiencias extravagantes o extraordinarias que nos saquen de la rutina diaria puede conducirnos a terrenos desconocidos e insospechados en los que también podemos perder mucho: la razón, el sentido de realidad o –incluso- la vida. Cuando acudimos con un coach, con un psicoterapeuta, con un consejero espiritual o con un sanador es nuestra responsabilidad saber con quién vamos y qué respalda la atención que recibiremos. Actualmente existe un inmenso abanico de posibilidades para trabajar con nosotros y, como en todo, hay quien no está debidamente preparado para ofrecer estos servicios –y mucho menos en los terrenos psico-energéticos en los que es amplia la   oferta. Gracias al hecho de que no trabajamos lo suficiente con nuestra propia “sombra”, es que tenemos a toda una industria de técnicas pseudo-espirituales dedicada a la atención de los males que aquejan al ser humano sin el entendimiento requerido para garantizar un trabajo profesional y serio. ¿Iríamos con un dentista que solamente algunas muelas las extrae bien? ¡Y qué hay de las otras! Sucede lo mismo con nuestras emociones y con nuestra mente. ¿En manos de quién las ponemos? 

 

El 22 de abril de 2013 CNN anunció: “Se buscan voluntarios para un viaje de ida sin regreso a Marte – una compañía holandesa está buscando astronautas voluntarios que deseen viajar a Marte en el año 2023. Pero hay un detalle: quienes sean seleccionados no volverán jamás. Allí vivirán el resto de sus vidas y morirán, señala la organización sin fines de lucro Mars One”.  Entre otras cosas, Mars One señala que cada dos años serán llevadas más tripulaciones de cuatro integrantes (dos mujeres y dos hombres) al planeta rojo con la finalidad de establecer una colonia humana. Los astronautas enfrentarán una vida en la que habrá emergencias para las que tendrán que estar psicológicamente preparados.

 

Piensa en un montañista, en un buzo, en estos astronautas, en un consejero espiritual o en un terapeuta: su entrenamiento y su preparación son básicos. No sólo eso, su experiencia en el terreno (no nada más su conocimiento de los mapas) y su propio proceso individual también son claves. Lo mismo sucede con nosotros cuando iniciamos nuestro camino, nuestro despertar. Todo pionero es responsable de los pasos que da, por eso es que es importante tener todo listo antes de iniciar el viaje de manera que cuando hayamos alcanzado cierta distancia no sea necesario regresar (al estado de consciencia previo y del cual habíamos, supuestamente, partido).

 

Imagen – dominio público (Internet)

 


 Fuente: http://cnnespanol.cnn.com/2013/04/22/se-buscan-voluntarios-para-un-viaje-de-ida-sin-regreso-a-marte/

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